La visión de los peces: cómo funciona el ojo y su adaptación al agua

Los peces son una de las especies más antiguas y diversas del reino animal. Han logrado adaptarse a diferentes ambientes acuáticos y han desarrollado una variedad de características especiales para sobrevivir en el agua. Una de estas adaptaciones es su sistema visual, que les permite ver claramente y navegar eficientemente en su entorno acuático.
Exploraremos cómo funciona el ojo de los peces y cómo se ha adaptado a su vida en el agua. Veremos las diferencias entre la visión de los peces y la de los seres humanos, así como las estrategias que han desarrollado para mejorar su visión en diferentes condiciones de iluminación y turbidez del agua. Además, discutiremos cómo los peces utilizan su visión para encontrar alimento, detectar depredadores y comunicarse con otros miembros de su especie. ¡Prepárate para sumergirte en el fascinante mundo de la visión de los peces!
Los ojos de los peces están adaptados para ver bajo el agua
Los peces son criaturas fascinantes que han evolucionado para adaptarse perfectamente a su entorno acuático. Uno de los aspectos más interesantes de su anatomía es la estructura de sus ojos, los cuales están altamente especializados para ver bajo el agua.
Anatomía del ojo de los peces
Los ojos de los peces están diseñados de manera que les permiten captar la mayor cantidad de luz posible en un ambiente sumamente disperso como el agua. A diferencia de los ojos de los mamíferos, los ojos de los peces no tienen párpados móviles y están protegidos por una capa transparente llamada córnea.
La córnea es una estructura convexa que ayuda a enfocar la luz hacia el interior del ojo. Detrás de la córnea se encuentra la pupila, que es el agujero por donde entra la luz. A diferencia de los humanos, la pupila de los peces no puede cambiar de tamaño, lo que significa que no pueden ajustar la cantidad de luz que entra en sus ojos.
Después de la pupila, la luz atraviesa el cristalino, una lente flexible que ayuda a enfocar la luz en la retina. La forma del cristalino puede variar en función de la distancia a la que se encuentre el objeto que el pez está mirando, lo que le permite ajustar su enfoque y tener una visión clara tanto de cerca como de lejos.
Adaptaciones para ver bajo el agua
El agua actúa como un filtro natural de la luz, absorbiendo y dispersando diferentes longitudes de onda. Para compensar esto, los peces tienen células especializadas en la retina, llamadas conos y bastones, que les permiten ver en diferentes condiciones de luz.
Los conos son responsables de la visión diurna y de la percepción del color. Los peces tienen una mayor cantidad de conos que los humanos, lo que les permite distinguir una amplia gama de colores en el agua. Por otro lado, los bastones son células sensibles a la luz baja y son responsables de la visión nocturna.

Otra adaptación interesante es la presencia de una capa reflectante llamada tapetum lucidum, que se encuentra detrás de la retina. Esta capa refleja la luz que no ha sido absorbida por los fotorreceptores, aumentando la sensibilidad a la luz y permitiéndoles ver con mayor claridad en condiciones de poca luminosidad.
Los ojos de los peces son una maravilla de la evolución. Su estructura y adaptaciones les permiten tener una visión excelente bajo el agua, adaptándose a las condiciones cambiantes de luz y al entorno acuático. La comprensión de la anatomía de los ojos de los peces nos ayuda a apreciar su singularidad y a entender mejor cómo interactúan con su entorno.
Tienen pupilas que se ajustan para permitir la entrada de la cantidad correcta de luz
Los peces tienen una adaptación visual única que les permite ver claramente bajo el agua. Una de las características más destacadas de sus ojos es la capacidad de ajustar el tamaño de sus pupilas. Las pupilas de los peces son circulares y pueden cambiar de tamaño para permitir la entrada de la cantidad correcta de luz.
Este ajuste es esencial para su supervivencia, ya que les permite adaptarse a diferentes condiciones de iluminación en el agua. Cuando están en aguas más oscuras, las pupilas de los peces se dilatan para permitir la entrada de más luz. Por otro lado, cuando están expuestos a una gran cantidad de luz, las pupilas se contraen para evitar el exceso de luminosidad.
Esta capacidad de ajuste de las pupilas es especialmente importante para los peces que viven en aguas más profundas, donde la luz es escasa. Gracias a esta adaptación, los peces pueden ver con claridad incluso en las condiciones más desafiantes.
Además, algunos peces tienen una estructura especial llamada tapetum lucidum, que se encuentra detrás de la retina. Esta estructura actúa como un espejo, reflejando la luz que no fue absorbida por los fotorreceptores de la retina y permitiendo que sea captada nuevamente. Esto aumenta la sensibilidad visual de los peces y mejora su capacidad para ver en condiciones de poca luz.
Los peces tienen una adaptación visual impresionante que les permite ver con claridad bajo el agua. Su capacidad para ajustar el tamaño de sus pupilas y la presencia del tapetum lucidum les brinda una visión aguda y sensible, permitiéndoles sobrevivir y prosperar en su entorno acuático.
Los peces tienen una visión más aguda en el agua que fuera de ella
La visión de los peces es una adaptación increíble que les permite sobrevivir y prosperar en su entorno acuático. A diferencia de los humanos y otros animales terrestres, los peces tienen una visión más aguda en el agua que fuera de ella.

Esto se debe a varias características únicas de sus ojos y a su adaptación al medio acuático. Los ojos de los peces están diseñados para maximizar la captación de luz en el agua, lo que les permite ver con claridad incluso en las aguas más turbias.
Anatomía del ojo de un pez
El ojo de un pez es similar en estructura al ojo humano, pero tiene algunas diferencias clave. El cristalino, que en los humanos se encuentra detrás del iris, se encuentra en la parte frontal del ojo de los peces. Esto ayuda a enfocar la luz de manera más efectiva y les permite ver claramente tanto de cerca como de lejos.
Además, los peces tienen una mayor cantidad de células fotorreceptoras en sus ojos, lo que significa que pueden percibir una gama más amplia de colores y detalles en su entorno acuático.
Adaptaciones al medio acuático
Los peces también tienen adaptaciones especiales en sus ojos para enfrentar los desafíos del agua. Por ejemplo, tienen una membrana nictitante que protege sus ojos de los escombros y ayuda a mantener la visión clara incluso en aguas turbulentas.
Otra adaptación notable es la presencia de una capa reflectante en la parte posterior del ojo, llamada tapetum lucidum. Esta capa aumenta la sensibilidad a la luz y mejora la visión en condiciones de poca luz, como en las profundidades del océano.
La visión de los peces es verdaderamente asombrosa y está altamente adaptada a su entorno acuático. Sus ojos les permiten ver con claridad en aguas turbias y captar una amplia gama de colores y detalles. Estas adaptaciones son clave para su supervivencia y les permiten encontrar alimento, evitar depredadores y reproducirse con éxito en el agua.
Los ojos de los peces tienen una mayor sensibilidad al color y pueden distinguir diferentes tonalidades
Los ojos de los peces son una maravilla de la naturaleza. A diferencia de los ojos de los seres humanos, los ojos de los peces están adaptados para funcionar bajo el agua y les permiten ver claramente en su entorno acuático. Esta adaptación es esencial para su supervivencia, ya que les ayuda a encontrar alimento, evitar depredadores y comunicarse con otros peces.
Una de las características más sorprendentes de los ojos de los peces es su mayor sensibilidad al color. Los seres humanos tenemos tres tipos de células receptoras de color en nuestros ojos, que nos permiten ver una amplia gama de colores. Sin embargo, los peces tienen hasta cinco tipos de células receptoras de color, lo que les permite distinguir diferentes tonalidades y matices que nosotros no podemos percibir.

La adaptación al agua: una visión clara en un ambiente distinto
El agua presenta desafíos únicos para la visión de los peces. A diferencia del aire, el agua es más densa y distorsiona la luz de manera diferente. Para contrarrestar esto, los ojos de los peces tienen una forma más redondeada en comparación con los ojos humanos. Esta forma ayuda a enfocar la luz de manera más eficiente y a reducir las distorsiones causadas por la refracción en el agua.
Además de su forma especial, los ojos de los peces también tienen una córnea más plana y una lente más esférica que los ojos humanos. Estas características ópticas permiten una mayor capacidad de enfoque y una visión más nítida bajo el agua.
La evolución de la visión acuática
La adaptación de los ojos de los peces al agua ha sido el resultado de millones de años de evolución. A medida que los peces se fueron adaptando a vivir en diferentes ambientes acuáticos, sus ojos se fueron modificando para satisfacer las demandas específicas de cada entorno.
Por ejemplo, los peces que viven en aguas poco profundas y con mucha vegetación suelen tener ojos más grandes y ubicados en la parte superior de la cabeza. Esto les permite captar la luz y detectar posibles depredadores desde arriba, al mismo tiempo que les proporciona una visión panorámica para encontrar alimento.
En contraste, los peces que viven en aguas profundas suelen tener ojos más pequeños y ubicados en los lados de la cabeza. Esto les ayuda a detectar la tenue luz que penetra en las profundidades y a tener una visión periférica más amplia para detectar presas y depredadores en un entorno con poca visibilidad.
En definitiva, la visión de los peces es un ejemplo fascinante de cómo la naturaleza ha adaptado los ojos a diferentes ambientes. Su mayor sensibilidad al color y su capacidad para ver claramente bajo el agua son rasgos sorprendentes que les han permitido prosperar en los ecosistemas acuáticos.
Algunas especies de peces tienen ojos en posición lateral para tener un amplio campo de visión
Los peces son animales acuáticos fascinantes que han evolucionado para adaptarse perfectamente a su entorno acuático. Una de las adaptaciones más impresionantes que han desarrollado es su sistema visual, especialmente sus ojos. Los ojos de los peces son estructuras altamente especializadas que les permiten navegar y sobrevivir en el agua de manera eficiente.
Una característica notable de los ojos de los peces es su posición en el cráneo. En muchas especies de peces, los ojos están ubicados en los lados de la cabeza, lo que les permite tener un amplio campo de visión. Esta disposición lateral de los ojos les permite detectar fácilmente a los depredadores o presas que se acercan desde cualquier dirección. Además, les brinda una visión panorámica que les ayuda a orientarse y evitar obstáculos en su entorno acuático.

Para aprovechar al máximo su campo de visión, los ojos de los peces tienen una estructura especializada. La córnea, el cristalino y el humor acuoso ayudan a enfocar la luz en la retina, donde se encuentran las células fotoreceptoras responsables de detectar la luz y enviar señales al cerebro para su procesamiento visual.
La adaptación de los ojos de los peces al agua también incluye la capacidad de ajustar su enfoque. Algunas especies de peces tienen la capacidad de cambiar la forma de su cristalino, lo que les permite enfocar objetos cercanos o lejanos. Esta adaptación es especialmente útil para peces que viven en aguas turbias o que dependen de la visión para cazar presas rápidas.
La visión de los peces en aguas profundas
Los peces que viven en aguas profundas enfrentan desafíos únicos en términos de visión. En estas profundidades, la luz solar apenas penetra, lo que hace que la visibilidad sea muy limitada. Para adaptarse a estas condiciones extremas, muchos peces de aguas profundas tienen ojos grandes y sensibles a la luz.
Además, algunos peces de aguas profundas tienen órganos llamados fotóforos, que producen luz propia. Estos fotóforos ayudan a los peces a comunicarse entre sí, a atraer presas o a confundir a los depredadores. La capacidad de producir luz propia, combinada con ojos sensibles a la luz, les permite a los peces de aguas profundas sobrevivir y prosperar en las profundidades oscuras del océano.
La visión de los peces es una adaptación fascinante que les permite sobrevivir y prosperar en su entorno acuático. Desde los ojos laterales que les brindan un amplio campo de visión hasta los ojos grandes y sensibles a la luz de los peces de aguas profundas, estas adaptaciones demuestran la increíble diversidad y complejidad de la vida acuática. Sin duda, el estudio de la visión de los peces nos ofrece una visión única sobre la evolución y la adaptación de las especies a su entorno.
Otros peces tienen ojos en posición frontal para tener una mayor percepción de la profundidad
Los peces, al igual que otros animales acuáticos, tienen una visión adaptada a su entorno acuático. Aunque su visión puede variar según la especie, en general, los peces tienen una excelente capacidad visual que les permite detectar presas, evitar depredadores y orientarse en su entorno acuático.
Una de las características más interesantes del ojo de los peces es su adaptación a la visión bajo el agua. A diferencia de los seres humanos, cuyos ojos están adaptados a la visión en el aire, los peces tienen ojos diseñados para ver en el agua. Esto se debe a que el agua tiene una densidad diferente al aire y distorsiona la luz de manera diferente.
Los ojos de los peces están adaptados para captar la luz en condiciones de baja visibilidad. Tienen una mayor cantidad de bastones, células sensibles a la luz, que les permiten ver en condiciones de poca luz. Además, tienen membranas reflectantes llamadas tapetum lucidum, que mejoran la sensibilidad a la luz al reflejarla hacia las células sensibles a la luz.

Además de su adaptación a la visión bajo el agua, algunos peces tienen ojos en posición frontal. Esto les proporciona una mayor percepción de la profundidad, lo que les ayuda a cazar presas y evitar obstáculos. Por otro lado, algunos peces tienen ojos en posición lateral, lo que les permite tener un amplio campo visual, pero sacrifican la percepción de la profundidad.
Los peces tienen una visión adaptada a su entorno acuático. Sus ojos están diseñados para ver en el agua, con una mayor cantidad de bastones y membranas reflectantes. Además, algunos peces tienen ojos en posición frontal para tener una mayor percepción de la profundidad, mientras que otros tienen ojos en posición lateral para tener un amplio campo visual. Esta adaptación visual les permite sobrevivir y prosperar en su hábitat acuático.
La mayoría de los peces pueden ver en aguas claras y turbias, aunque la visibilidad puede variar según la especie
Los ojos de los peces son estructuras altamente especializadas que les permiten ver en el medio acuático. A diferencia de los ojos de los mamíferos, los ojos de los peces están adaptados para funcionar en un ambiente donde la luz se comporta de manera diferente.
La adaptación principal de los ojos de los peces al agua es la forma en que se enfoca la luz. En lugar de tener una córnea convexa y un cristalino que se mueve para enfocar la luz en la retina, como en los ojos humanos, los peces tienen una córnea plana y un cristalino fijo. Esto significa que la forma del ojo de un pez no cambia, por lo que la forma en que se enfoca la luz es diferente.
Además, los peces tienen una capa adicional de tejido llamado tapetum lucidum, que refleja la luz dentro del ojo y mejora la visión en condiciones de poca luz. Esta es una adaptación común en muchos animales que viven en ambientes oscuros, como los felinos.
Los peces también tienen una mayor densidad de bastones en la retina, que son los fotorreceptores responsables de la visión en blanco y negro y en condiciones de poca luz. Esto les permite ver mejor en aguas turbias o con poca luz.
Visión en aguas claras
En aguas claras, los peces pueden ver con bastante claridad a distancias cortas y medianas. Esto se debe a que la luz se propaga de manera más predecible en aguas claras, lo que les permite enfocarla con mayor precisión en la retina.
La visión en aguas claras también les permite detectar colores y detalles más sutiles. Muchas especies de peces tienen una mayor sensibilidad a ciertos colores, lo que les ayuda en la comunicación y en la búsqueda de alimentos.

Visión en aguas turbias
En aguas turbias, la visibilidad disminuye debido a la presencia de partículas suspendidas en el agua. Sin embargo, los peces tienen adaptaciones que les permiten ver en estas condiciones.
Una de estas adaptaciones es la capacidad de los peces de detectar movimientos y contrastes. Los objetos en movimiento y los contrastes de luz y sombra son más fáciles de distinguir en aguas turbias que los detalles estáticos.
Además, algunos peces tienen una mayor sensibilidad a las longitudes de onda de la luz que se propagan mejor en aguas turbias. Esto les permite aprovechar al máximo la poca luz disponible y tener una mejor visión en estas condiciones.
La visión de los peces es una adaptación especializada al medio acuático. Su capacidad para ver en aguas claras y turbias les permite sobrevivir y prosperar en su hábitat acuático.
Los ojos de los peces están protegidos por una córnea transparente y un párpado que los mantiene húmedos
Los peces son criaturas fascinantes que han desarrollado una increíble adaptación al medio acuático en el que viven. Uno de los órganos que más ha evolucionado en los peces es su sistema visual, el cual les permite percibir su entorno y buscar alimento de manera eficiente.
Los ojos de los peces están protegidos por una córnea transparente, similar a la de los humanos, que actúa como una especie de lente delante del ojo. Esta córnea ayuda a enfocar la luz que entra en el ojo y protege la delicada estructura ocular de posibles daños.
Además de la córnea, los peces también cuentan con un párpado que los mantiene húmedos. A diferencia de los párpados de los mamíferos, el párpado de los peces no se utiliza para parpadear, ya que no necesitan hacerlo para mantener sus ojos lubricados. En su lugar, el párpado de los peces se utiliza para proteger el ojo de objetos extraños y para regular la cantidad de luz que entra en el ojo.
La adaptación del ojo al agua: visión bajo el agua
La adaptación del ojo de los peces al medio acuático es realmente asombrosa. A diferencia de los ojos de los mamíferos, que están adaptados para ver en el aire, los ojos de los peces están diseñados para ver bajo el agua.

Una de las principales adaptaciones del ojo de los peces es su capacidad para enfocar correctamente la luz en un medio de refracción diferente al aire. El agua tiene una densidad mayor que el aire, lo que hace que la luz se refracte de manera diferente al entrar en el ojo de un pez. Para compensar este efecto, los peces tienen un cristalino más esférico que los humanos, lo que les permite enfocar la luz de manera más eficiente y obtener una imagen clara.
Otra adaptación del ojo de los peces es la presencia de un tapetum lucidum, una capa reflectante detrás de la retina que mejora la visión en condiciones de poca luz. Esta capa refleja la luz que no ha sido absorbida por los fotorreceptores de la retina, permitiendo que la luz pase a través de la retina dos veces y aumentando así la sensibilidad visual de los peces en ambientes oscuros.
La visión de los peces: colores y percepción del entorno
Los peces tienen una visión muy diferente a la de los humanos. Mientras que los humanos tenemos tres tipos de fotorreceptores en la retina que nos permiten percibir los colores rojo, verde y azul, los peces tienen una mayor variedad de fotorreceptores y pueden percibir una gama más amplia de colores.
Además de su capacidad para percibir los colores, los peces también tienen una visión muy aguda y son capaces de percibir pequeños detalles en su entorno acuático. Esta agudeza visual les permite detectar presas, evitar depredadores y reconocer a otros individuos de su especie.
Los ojos de los peces son órganos altamente especializados que les permiten adaptarse y sobrevivir en el medio acuático. Su estructura y adaptaciones les brindan una visión eficiente bajo el agua y les permiten percibir una amplia gama de colores y detalles en su entorno. Sin duda, la visión de los peces es un verdadero ejemplo de la maravillosa diversidad de adaptaciones que podemos encontrar en el reino animal.
Algunos peces tienen una capa reflectante en la parte posterior del ojo, llamada tapetum lucidum, que mejora la visión en condiciones de poca luz
El ojo de los peces es un órgano altamente especializado que les permite adaptarse y sobrevivir en su entorno acuático. A diferencia del ojo humano, los peces poseen una serie de características únicas que les permiten ver con claridad bajo el agua.
Una de estas características es el tapetum lucidum
Algunos peces tienen una capa reflectante en la parte posterior del ojo, llamada tapetum lucidum, que mejora la visión en condiciones de poca luz. Esta capa actúa como un espejo, reflejando la luz que no es absorbida por los fotorreceptores hacia adelante, aumentando así la cantidad de luz disponible para la visión.
El tapetum lucidum es especialmente útil en aguas oscuras o turbias, donde la luz puede ser escasa. Esta adaptación permite a los peces ver con mayor claridad en condiciones de baja visibilidad, lo que les brinda una ventaja al buscar alimento o evitar depredadores.

La estructura del ojo de los peces
El ojo de los peces también presenta otras adaptaciones que les permiten ver en su entorno acuático. Por ejemplo, la córnea de los peces es más plana que la de los humanos, lo que les ayuda a enfocar la luz de manera efectiva en el interior del ojo.
Además, los peces tienen una lente esférica que les permite cambiar de forma y ajustar su enfoque, lo que les proporciona una visión nítida tanto de cerca como de lejos. Esta capacidad de ajuste de la lente es especialmente importante para los peces que cambian de profundidad rápidamente, ya que les permite adaptarse a diferentes distancias de visión.
Los fotorreceptores de los peces
Al igual que los humanos, los peces tienen fotorreceptores en sus ojos, llamados conos y bastones, que les permiten percibir diferentes longitudes de onda de luz. Sin embargo, los peces tienen una mayor cantidad de bastones en comparación con los humanos, lo que les proporciona una visión más sensible a la luz y les permite ver en condiciones de poca luminosidad.
Los peces también tienen una mayor cantidad de conos que los humanos, lo que les permite percibir una amplia gama de colores. Algunas especies de peces incluso pueden ver colores que los humanos no pueden, lo que les brinda una visión más rica y detallada de su entorno acuático.
El ojo de los peces es una maravilla de la adaptación evolutiva. Su estructura y características únicas les permiten ver con claridad en su entorno acuático, incluso en condiciones de poca luz. El tapetum lucidum, la forma de la córnea, la capacidad de ajuste de la lente y la mayor cantidad de fotorreceptores son solo algunas de las adaptaciones que hacen que la visión de los peces sea tan eficiente y especializada.
La forma y tamaño del ojo de los peces varía según la especie y su hábitat acuático
Los peces son animales fascinantes que han desarrollado adaptaciones únicas para sobrevivir en el agua. Una de esas adaptaciones es su visión, la cual se ha perfeccionado a lo largo de millones de años de evolución. El ojo de los peces es una maravilla de la naturaleza, diseñado para funcionar de manera eficiente en un medio acuático.
La forma y tamaño del ojo de los peces varía dependiendo de la especie y su hábitat acuático. En general, los peces tienen ojos grandes en relación a su tamaño corporal, lo que les permite captar la mayor cantidad de luz posible en entornos con poca visibilidad. Además, la forma del ojo puede variar desde redondeada hasta alargada, dependiendo de si el pez vive en aguas abiertas o en lugares más oscuros y estrechos.
El ojo de los peces: adaptaciones para ver bajo el agua
Los peces tienen una serie de adaptaciones en sus ojos que les permiten ver con claridad bajo el agua. Una de estas adaptaciones es la presencia de una córnea plana, lo cual reduce la refracción de la luz y evita la distorsión de la imagen. Además, la pupila de los peces puede cambiar de tamaño para regular la cantidad de luz que entra al ojo, lo que les permite adaptarse a diferentes condiciones de iluminación.
Otra adaptación importante es la presencia de una capa de células reflectantes llamada tapetum lucidum, la cual mejora la visión en condiciones de poca luz. Este tapetum lucidum refleja la luz que no ha sido absorbida por los fotorreceptores del ojo, permitiendo que los peces aprovechen al máximo la luz disponible en su entorno.
La visión en los peces: colores y percepción de movimiento
La visión de los peces es bastante diferente a la de los seres humanos. Mientras que nosotros tenemos tres tipos de conos en nuestros ojos para percibir los colores rojo, verde y azul, los peces tienen una mayor variedad de conos, lo que les permite detectar una amplia gama de colores en el agua. Algunas especies de peces incluso pueden ver en el ultravioleta, lo cual les proporciona una ventaja a la hora de buscar alimento o detectar a posibles depredadores.
Además, los peces tienen una gran capacidad para percibir el movimiento. Sus ojos están adaptados para detectar cambios en la luz y el movimiento en el agua, lo que les permite cazar presas y evitar ser cazados. Esta agudeza visual también les ayuda a mantenerse en grupo y seguir a otros peces durante las migraciones.
El ojo de los peces es una maravilla de la naturaleza, adaptado para funcionar de manera eficiente en el medio acuático. Su forma y tamaño varían según la especie y su hábitat, y presentan una serie de adaptaciones que les permiten ver con claridad bajo el agua. La visión de los peces es diferente a la de los seres humanos, con una mayor capacidad para percibir colores y detectar movimientos en el agua.
Preguntas frecuentes
1. ¿Cómo ven los peces debajo del agua?
Los peces tienen ojos adaptados para ver bajo el agua. Sus ojos están diseñados para enfocar y percibir la luz en condiciones de baja visibilidad.
2. ¿Los peces pueden ver en color?
Sí, los peces pueden ver en color. Algunas especies de peces incluso tienen una visión más desarrollada en ciertos colores, lo cual les ayuda en su alimentación y reproducción.
3. ¿Los peces tienen una visión en 3D?
La mayoría de los peces tienen una visión en dos dimensiones, lo que significa que no pueden ver en 3D como los humanos. Sin embargo, algunos peces depredadores tienen ojos en posiciones laterales que les permiten tener una percepción de profundidad limitada.
4. ¿Cómo se adaptan los ojos de los peces al agua?
Los ojos de los peces tienen una córnea y un cristalino que les permiten enfocar la luz en el interior del ojo. Además, tienen una capa llamada tapetum lucidum que refleja la luz y mejora su visión en condiciones de poca luz.
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